¿Está “en peligro de extinción la familia en Panamá?
En Panamá hay más divorcios, menos matrimonios, menos niños naciendo y aumenta la violencia y el abuso sexual contra mujeres y menores de edad, en su conjunto todos estos factores amenazan la existencia de la familia, no solo del modelo conocido, sino la raíz que es la pareja con hijos, así lo aseguró Rodolfo Caballero, quien posee una maestría en ciencias de la familia con especialización en orientación familiar de la USMA, profesor de ética y escritor.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República (CGR) revelan que de 1980 a 2020, el promedio por décadas de la tasa bruta de divorcios por cada 10 mil habitantes en Panamá aumentó de 6.7 a 9; y la década del 2010 fue alarmante al alcanzar un 10,7. Mientras que el promedio por décadas de la tasa bruta de nupcialidad por cada mil habitantes en el mismo periodo disminuyó de 5.5 a 2.3.
Caballero, Presidente de Balance Trabajo y Familia, explica que este comportamiento de las últimas cinco décadas obedece a cambios en las mentalidades de los individuos y a la vez a cambios culturales, económicos, políticos y sociales. Vivimos una crisis multidimensional en la familia de hoy: Las parejas viven entretenidas en múltiples actividades sin dedicar tiempo a conocerse. Las mujeres no solo trabajan sino que son jefas del hogar, sin pareja que las ayude. Aparte que aunque vivan con sus esposos, pocos hombres se involucran en las tareas del hogar y colaboran con la crianza de los hijos, en parte debido el machismo y también a que ambos trabajan no solo fuera del hogar sino que también demoran en regresar a casa. Ahora quién se encarga de la crianza y la disciplina en el hogar es el celular, la tablet y la televisión. Sin contar, la pobreza de afecto, comunicación y relación que experimentan los niños, con padres estresados, cansados y agobiados.
Por otra parte, la cultura vive dominada por el narcisismo, egoísmo, hedonismo y superficialidad que no generan capacidad para el compromiso y duración de las relaciones de pareja, pero tampoco para la paciencia en la crianza de los hijos.
Vivimos en la época de la inmediatez, tocas un botón y tienes lo que quieres. Pues muchos padres, optan por la violencia, los gritos y el maltrato verbal y psicológico, por que quieren que sus hijos cambien de forma inmediata, sin darles espacio para el aprendizaje y el crecimiento, a pesar de los errores y las equivocaciones. Adicionalmente, también la violencia y el maltrato, son patrones socio históricos que se transmiten de generación en generación pero poco le prestamos atención a esta enferma herencia. Si agregamos al análisis, que medio millón de mujeres son jefas del hogar, es decir son el sustento económico de la familia, ¿quién vela por la atención y la crianza de los niños y jóvenes de hoy? Todos estos factores están relacionados con los índices de delincuencia que vivimos en el país. Sino tenemos un abordaje integral primordialmente de la familia, ni más leyes, cárceles y campañas revertirán las cifras que amenazan la sobrevivencia de la familia.
Una señal crítica que está dando la familia, si la vemos como un organismo vivo, del que depende el futuro del país, la economía y la sociedad, es que crecemos menos como población, solo en la última década pasamos de 70 mil a 63,920 nacimientos, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República (CGR). Las mujeres de estos tiempos se han incorporado al trabajo fuera del hogar y tienen que elegir entre tener hijos o trabajar, o ser ascendidas a una posición con mayor ingreso. En otros países con bajas tasas de natalidad, tienen que llevar gente de otros países para seguir siendo no solo competitivos, sino subsistir como sociedad, cultura y nación.
Algo que no registran las cifras pero que está pasando, es que al tener que invertir sus vidas en el trabajo, tanto hombres como mujeres, producen hijos huerfanos de padres vivos, debido a la gran ausencia socio emocional de los padres. ¿Qué ánimo tiene un joven de estudiar sino se siente protegido, atendido y amado por sus padres en su hogar? Los padres absorbidos por la productividad, solo se basan en ser proveedores pero olvidan el afecto. Un ser humano sin afecto, sufre una gran pobreza mental, cognitiva, emocional y espiritual. La Organización Mundial para la Salud, llamó la atención a todos los países el año pasado acerca de la necesidad de prevenir con prioridad el aislamiento social y la soledad en los niños, jóvenes y ancianos. El 9% de la población tiene algún tipo de problema de salud mental y el 25% lo tendrá en algún momento a lo largo de su vida, según la OMS.
Añadiendo otro factor, a nivel cultural podemos observar que los jóvenes prefieren la libertad de uniones libres y relaciones abiertas para salir y entrar cada quien hasta que cualquiera de los dos se canse. Las parejas prefieren, según estadísticas de la Contraloría General de la República, la libre unión porque cuando el amor se acaba, cada uno toma el camino que desea y se evitan trámites en los tribunales, pago de abogados y la titánica lucha por distribuir los bienes que ambos compraron o uno de ellos. Los números indican que desde el 2014 al 2018, hubo un crecimiento en las uniones libres, que sumaron 43 mil 731, mientras que se casaron 65 mil 915 parejas, lo que hace una diferencia de 22 mil 194 matrimonios.
De seguir esta tendencia indica que en poco tiempo las parejas de unión libre sobrepasarán a las matrimoniadas.
La violencia está asfixiando la familia.
Las cifras del Ministerio Público (MP) también demuestran que en los últimos cinco años (2019-2023) la violencia doméstica no marca una tendencia al alza; sino un comportamiento sostenido de 18 mil casos al año en promedio y esto es peligroso por el efecto negativo que produce en la sociedad. Solo imaginemos el Romel Fernandez, que tiene capacidad para 23,000 personas, a casi 80% lleno de mujeres, niños y jóvenes maltratados física y mentalmente diciendo “no más golpes que duelen ni gritos que hieren”. Todo esto contrasta con el crecimiento económico que tuvimos por un tiempo y deseamos recuperar, pero no pagando un precio tan alto, dejando la familia en último lugar.
Caballero sostiene que los números demuestran que tanto la economía, la salud física, mental, emocional y espiritual, combinada con la cultura de la muerte con los altos índices de violencia, el neo capitalismo salvaje que golpea con puestos de bajos salarios a cambio de largas horas de trabajo, la desigualdad económica y social, entre otros factores llevan a la espiral de violencia que vivimos en la sociedad.
En tanto, de 2019 a 2023, el maltrato al menor (años) hay una tendencia ascendente de 3,067 en 2019 casos a 3,975 casos en el año 2023, lo que representa un alza de un alza de 908 casos(22%). Cada niño maltratado sufre bio neuro cognitiva emocional social moral y espiritualmente. En otras palabras será un adulto roto que cuando sea papá o mamá no sabrá distinguir entre violencia y disciplina.
El docente señala que tenemos que volver la mirada a la familia, la niñez y la juventud creando programas para la calidad de vida familia mejore por medio del trabajo en la educación de los padres para fomentar la armonía trabajo, familia y vida. Empresas familiarmente responsables lideran este tipo de iniciativas en el mundo. Se necesitan líderes con visión, emprendedores sociales para llegar a esto. También líderes políticos que articulen efectivamente las funciones de las instituciones sociales, de salud y de seguridad para brindar procesos eficaces que cambien la situación actual. Y por último, se requiere un compromiso activo de los padres de familia para liderar con su ejemplo a las futuras generaciones brindando mayor atención, afecto, disciplina afectiva y así forjar mejores ciudadanos.
Las cifras de acceso sexual con una persona mayor de 14 años y menor de 18 años de edad fueron de 2,461 en 2019 a 1,998 casos en 2023, según cifras del Ministerio Público.
Los números indican que existe un desprecio a la dignidad de los niños y jóvenes al volverlos objetos sexuales para venta de depravados y enfermos mentales que pagan por comprarlos y satisfacer sus bajos instintos. Los niños no son cosas son personas dignas.
En cuanto a los delitos sexuales se registra una disminución de 2,461 casos en 2019 a 1,998 casos en 2023, lo que obedece aobedece a que muchas víctimas prefieren callar. Que descienda en los registros no significa que no ocurra. Además, en materia de derechos de la mujer urge un gran esfuerzo de concientización y mejora de las instituciones que las deben proteger.
Las cifras del MP también reflejan una baja en los casos de delitos sexuales de 2019 con 6,883 denuncias y 6,261 en el año 2023. Pero, la cifra de seis mil anual es altísima y no es aceptable conformarnos con que el número de casos no aumente pero siga sosteniendose a lo largo del tiempo.
Mientras que las cifras de femicidios en 2019 registraron 21 casos y en 2023 la cifra disminuyó a 15 casos. Tenemos que prestarle atención a la protección eficaz de la mujer.
Caballero sostiene que todos tenemos la responsabilidad de trabajar en la protección de la familia, niñez y adolescencia y activar procesos y proyectos de innovación social que también eduquen para tomar consciencia de la importancia de la familia. Las empresas familiarmente responsables jugarán un papel importante en los próximos años.
Rodolfo Caballero Rivera, es profesor de ética, valores y moral, posee una maestría en ciencias de la familia con especialización en orientación familiar, fundador de la Firma de Consultoría y Entrenamiento Balance Trabajo y Familia, S.A. y del Centro Integral de Panamá. Es escritor, coach y expositor.
Panamá, 4 de junio de 2024.
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