Una Política Integral(Tercera Parte).


3.Limpiar o sanar las sombras del yo inconsciente al yo más real. Las sombras consisten en  toda la energía y recursos reprimidos en mi inconsciente que bloquean mi identidad más superior, más plena, más bella, más compasiva y sabia. Aunque parezca desagradable y repulsivo tener contacto con nuestras zonas más oscuras, ellas aguardan para ser desatadas por nuestra voluntad, disposición, compasión, libertad y verdad.

¿Alguna vez fue al psicólogo? Probablemente, si ha sido a si, usted descubrió algo sorprendente: dentro de mi habitan muchos yoes y algunas veces no me explico cómo me hacen ser como soy y hacer lo que hago ¿Cierto? Limpiar y sanar responde a la pregunta ¿De qué modo puedo integrar y recuperar esos aspectos oscuros y luminosos o vicios y virtudes que viven en mi mismo? De forma cotidiana todos somos presos de nuestras sombras, ¿Quién no vive contradicciones constantes en sus relaciones con los demás? Al menos que nos hayamos decantado por aceptar que somos un gran decepción no solo para nosotros mismos como para los demás y que no tenemos remedio(otra vez, el mito de lo dado) por que ya no podemos cambiar. Entonces usted puede ahora mismo, decidir si se queda atascado en ese pensamiento y excluye de por vida y hasta la muerte la posibilidad de ser distinto a como ha sido siempre.  

Limpiar material que está en la sombra, está asociado a Freud, Jung, Adler y Rank. En 1895 Sigmund Freud escribió su libro “Estudios sobre la histeria” y a pesar de que cometió muchos errores y ahora esté de moda criticarlo, su comprensión de la naturaleza de la sombra sigue siendo incuestionable: “los impulsos y sentimientos inaceptables se ven reprimidos de la conciencia consciente, desde donde siguen influyendo de manera encubierta en nuestra vida”. Decadas de trabajo después miles de investigadores y terapeutas de todo el mundo han corroborado reiteradamente esta conclusión relativa a nuestra sombra. 

Por esto, cuanto más integrados estemos cada uno de nosotros, más íntegros y psicológicamente sanos seremos, menos polvoriento estará el cristal de nuestra vidriera de la vida. Cuanto menos polvorienta esté nuestra ventana, más intensamente podrá brillar la Luz de la Realidad. Esto significa que todos tenemos la responsabilidad de “limpiar” cualquier cosa que pueda estar enturbiando nuestra transmisión. Si el proceso de “crecer” ayuda a proporcionar más herramientas en el conjunto de herramientas de la vida, “limpiar” nos brinda habilidades más refinadas y una energía más potente para cómo usamos realmente esas herramientas. En cierto punto de la práctica, ya no hacemos trabajo psicológico para nuestro propio beneficio. Más bien, porque sabemos que la Realidad puede tocar a más personas a través de nosotros cuanto más limpios seamos, limpiamos para prestar un servicio más profundo. Limpiar las sombras e integrar todas las dimensiones relativas del yo nos permite purificar la señal de la Fuente a medida que se transmite al mundo.

Autoaclarar o Limpiar mis sombras, toda la energía y recursos reprimidos en mi inconsciente que bloquean mi identidad más superior, más plena, más bella, más compasiva y sabia aguardan para ser desatados por nuestra voluntad, disposición, compasión, libertad y verdad. Las personas pueden tomar aspectos de su propia mente o psiquis, son muy estrictos al juzgarse a si mismos y lo que hacen es sacar esto de sus propias consciencias y cuando hacen esto el material se vuelve inconsciente, o parte de las sombras. Muy pocas personas pasan desde su infancia sin tener sombras. Pero lo más importante es que parcialmente al menos, no queremos ver nuestra sombra dirigiendo nuestras decisiones y nuestra conducta y requerimos un tipo especial de trabajo para re-apropiarnos de la sombra, es decir, tornarnos conscientes de los impulsos, sentimientos, necesidades y potencialidades inconscientes reprimidas para poder tomar decisiones más libres. O sino vernos poseídos por ella, quedando en manos de impulsos y sentimientos sombríos ajenos a nuestras decisiones conscientes.  

El material de las sombras nos impulsa de manera insana. Tenemos mecanismos de defensas que niegan y desacreditan rasgos de nosotros mismos que al ser expulsados a la sombra, se los proyectamos a otras personas. Entonces nunca soy yo, sino mi jefe, mis colegas, etc, tal vez ellos posean algo de esos rasgos pero ahora tienen doblemente por que le sumamos el nuestro. Desconectarnos de nuestros propios deseos e impulsos en las sombras, nos lleva a la agresión muchas veces. Rechazamos el enojo y pensamos que todo el mundo está enojado con nosotros. Los síntomas que surgen parecen reaeles, pero en realidad están siendo causados por el material de la sombra. Aquellas cosas a las que somos más reactivos, que no soportamos, esas son elementos de nuestra propias sombras. O sea tenemos que admitir que somos nosotros. Eso significa que tenemos que ser más humildes. La fuente de nuestros problemas interpersonales son las sombras. 

Debido a la Evitación Primordial, la Contracción Individual ante lo que nos agrada y rechazamos, la Separación entre lo que nos fascina y obsesiona y lo que nos causa alergia y odio, perdemos de vista el orden y el caos como parte de la evolución, no comprendemos la pauta evolutiva que abraza, incluye, integra y a la vez trasciende totalidad, tras totalidad, en cualquier acontecimiento, situación, persona, aspecto, hechos que experimentamos individual o colectivamente. Nuestra conciencia egocéntrica, forjada a través de nuestro crecimiento y desarrollo como individuos, nos condicionó nuestra manera de percibir la vida, para que parezca que estamos separados del mundo, creamos que el mundo(la realidad) está fijada y fuera de nosotros, y que no tenemos nada que ver con su existencia.  

Limpiar es comenzar a buscar aquellas personas o cosas que nos movilizan, positiva o negativamente. A veces también el héroe que vemos en los demás es una desconexión de nuestra propia grandeza y singularidad. 

En otras palabras, trasladamos nuestros rasgos positivos o negativos, tomamos un impulso de primera persona(yo no soy eso) y lo proyectamos a segunda persona(esa persona es eso que no soy) y sino a una perspectiva de tercera persona(ellos tienen eso que no soy). Por eso el trabajo con la sombra se conoce como 3, 2, 1 para recuperar nuestra sombra para volver a primera persona e identificarse con la sombra proyectada. Recuperamos todo el enojo la agresión, el miedo, reconectándose con ellos, asumiéndolos. Así dejan de aparecer fuera de nosotros y comenzamos a recuperar cualidades y rasgos negativos propios. 

Tenemos que confrontar nuestra propia sombra. Todo lo que me genera reactividad es para trabajar en recuperar la sombra. 

El proceso de la sombra 3-2-1

Empiece eligiendo aquello con lo que quiere trabajar. Suele ser más fácil comenzar con una “persona difícil” por la que usted se sienta atraído, repelido o molesto (como, por ejemplo, la pareja, un jefe o un pariente). También puede elegir una imagen onírica o una sensación corporal que le distraiga o que, de un modo u otro, atraiga su atención. 

No olvide que la perturbación puede ser tanto positiva como negativa.

Hay dos formas posibles de reconocer la presencia de la sombra. El contenido de la sombra: puede tornarle negativamente hipersensible, reactivo, irritado, enojado, molesto o dañado, y también puede tratarse de un tono o estado emocional que impregna toda su vida o puede tornarle positivamente hipersensible, infatuado, posesivo, obsesionado, claramente atraído o quizás se convierta en una idealización continua que estructura sus motivaciones o sus estados de ánimo.

Siga luego los tres pasos del proceso:

3. Enfréntese a ello

Describa su molestia o perturbación, sus sensaciones físicas en este instante, identifíquese con sus emociones de rechazo y demás emociones. Observe atentamente el problema y luego, utilizando un diario en el que tomar nota o una silla vacía con la que dialogar, describa con todo detalle la persona, situación, imagen o sensación, utilizando pronombres de tercera persona como “él”, “de él”, “ella”, “de ella”, “ellos”, “suyos”, “sus”, etcétera. Ésta es una oportunidad para explorar con detalle su experiencia de la perturbación, especialmente lo que más le molesta. No desaproveche esta oportunidad y permítase describirla de la manera más plena y minuciosa posible.

2. Hable con ello

Entable un diálogo simulado con esos objetos de conciencia utilizando pronombres de segunda persona (como “tú” o “tuyo”). Y convendrá, puesto que ésa es una oportunidad para relacionarse con el problema, aprovechar la ocasión para hablar directamente con la persona, situación, imagen o sensación que aparezca en su conciencia. Quizás podría empezar entonces formulando preguntas del tipo “¿Quién/Qué eres? ¿De dónde vienes? ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Qué necesitas decirme? ¿Qué es lo que tienes que ofrecerme?” Permita luego que la perturbación le responda. Imagine lo que le respondería si realmente pudiese hablar con usted.

Déjese sorprender por todo lo que aparece durante ese diálogo.

1. Conviértase en ello

Utilice ahora, mientras escribe o habla en primera persona, los pronombres “yo”, “mí” y “lo mío”, al tiempo que se convierte en la persona, situación, imagen o sensación que está explorando. Contemple el mundo, incluyéndose a sí mismo, desde la perspectiva única de esa perturbación y permítase también descubrir, no sólo las similitudes, sino también que realmente son una y la misma cosa. Esboce finalmente una afirmación o una identificación del tipo “Yo soy…” o “… soy yo”.

Esto es algo que, por su misma naturaleza, siempre experimentará como algo discordante o “equivocado” (¡después de todo, es precisamente lo que su psiquismo se ha esforzado en negar!) Pero pruébelo una y otra vez hasta acabar descubriendo la verdad que encierra.

Este último paso (el “1” del proceso 3-2-1) suele tener una segunda parte en la que se completa el proceso de reapropiación completa de la sombra. En tal caso, no sólo contempla provisionalmente el mundo desde esa perspectiva, sino que también siente el sentimiento o impulso anteriormente excluido hasta reconocerlo claramente como propio. Luego debe comprometerse con él hasta llegar a reintegrarlo.

Para completar el proceso permítase luego registrar la realidad anteriormente excluida no sólo con la mente sino con todos los niveles de su ser. Este paso provoca un cambio de conciencia, emoción y energía sutil que libera la energía y la atención atrapada en la negación. Y el indicador más claro de que el proceso funciona es que usted se siente más ligero, más libre, más en paz y más abierto y, en ocasiones, más elevado y hasta un poco mareado. Entonces es cuando se abren las puertas a un nuevo tipo de compromiso con la vida.

El trabajo con la sombra es simultáneamente necesario e interminable. Porque, independientemente de lo conscientes que seamos, no hay punto final al perfeccionamiento del psiquísmo. En todos y cada uno de los instantes que componen nuestra vida, el psiquísmo, de forma subrepticia y oculta, puede jugar una vez más al escondite consigo mismo. No es de extrañar que afirmemos que el trabajo de iluminar la oscuridad no concluye nunca.

No debemos esperar, pues, liberarnos definitivamente de la sombra. A pesar de nuestras sombras, siempre podemos ir más allá de nosotros mismos. Es un error quedarnos complacientemente atrapados en una interminable “sala de espejos” en la que lo único que vemos son reflejos disfrazados de nuestro ego.

Emprender este trabajo es algo muy importante. Quienes se esfuerzan sinceramente con la intención de reapropiarse de sus proyecciones se convierten en personas más maduras, responsables y fiables. Por ello consideramos que el trabajo con la sombra es un módulo esencial. Las sesiones de psicoterapia tienen un final, pero el trabajo de la sombra jamás concluye. Es cierto que, en la medida en que profundizamos en él, cada vez nos volvemos un poco más claros y la luz de nuestra conciencia resplandece un poco más. Pero donde haya luz, siempre habrá sombra y deberemos integrarlas a ambas.

Todos podemos hoy acceder a comprender integralmente la existencia para elegir más conscientemente, reconocer y expresar todo nuestro potencial para globalizar la justicia, la verdad y la compasión como parte de nuestra naturaleza primordial.  

Trabajar con la sombra y meditar son los hábitos para desarrollarme y crecer y despertar a mi máximo nivel. El gran regalo que nos brinda el trabajo con las sombras y luces es poder trabajar con nuestras verdaderas emociones. Detrás de las emociones primarias se esconden emociones primordiales, por esto nuestra vida emocional, sin importar si nos sentimos bien o mal es ocasión de desarrollo, crecimiento, limpieza y florecimiento personal.

4.Mostrar o Participar consiste en entregar nuestros dones al mundo. ¿Cuál es su manera de servir mejor al mundo? ¿De qué modo muestra su yo alcanzando un funcionamiento cada vez más pleno en el mundo? Y esto es muy fácil de averiguar, preguntando a las personas con las que usted más convive, ¿Cuál es la sensación que te dejo cuando estás en mi presencia? ¿Qué es lo que irradio? Allí usted puede encontrar grandes sombras con las que trabajar, por que aunque no nos demos cuenta dejamos impresiones en los demás que una parte de ellas son nuestras y otra vienen de la  percepción sesgada de los que nos miran. Pero si queremos asegurarnos que la imagen de nosotros mismos que estamos proyectando sea más cónsona con la que intentamos proyectar, es bueno recibir información de los demás y también cuidar nuestras intenciones y acciones para que no sean dirigidas por nuestras sombras sino por la mejor parte de nosotros mismos. En eso consiste mostrarse. En el ámbito religioso lo llaman “dar testimonio”, “tener una vida coherente”, “ser íntegros”. 

También el mostrar conlleva la labor organizacional. ¿Cuál es el tipo de organizaciones que necesitamos para abordar los desafíos que enfrentamos como humanidad en el momento actual?  Los conflictos que se presentan en el ámbito de las organizaciones podrían tornarse en un capital muy grande de evolución continua, solo con aplicar el modelo integral y seguir continuamente en ello. 

Presentarse y  Expresarse o Proyectar todos nuestros talentos y virtudes, cualidades, fortalezas de nuestro yo único y relativo y asumir conscientemente los roles correctos y en la medida correcta en los diversos espacios y dimensiones de la vida es la esencia de esta práctica, es decir, comprender a cada momento y elegir conscientemente mi papel en el devenir de la vida: en casa, con la pareja, con los hijos, con la familia, en el trabajo, en la comunidad, en la sociedad en general, todos los espacios de actividad humana son susceptibles a la huella que podemos dejar cuando nos hacemos presentes en ellos. No cabe duda que tener esto en cuenta, lo llevará a preguntarse antes de “salir”, ¿qué tipo de yo quiero presentar en este espacio? ¿Cómo quiero ser visto? Y a diario, puede examinar cómo usted quería ser visto, con la forma en que se mostró y lo percibieron los demás. Este trabajo es formidable para limpiar nuestra ceguera inconsciente.   

Finalmente, todo esto, ya sea que hablemos de despertar, crecer o limpiar, se utiliza al servicio del todo. Todo el marco es sólo una forma hábil de catalizar tu máximo potencial para “mostrar” en todo tu esplendor, como una verdadera emanación de la Fuente. A medida que avancemos más allá de los paradigmas individuales de aislamiento y separación, la humanidad descubrirá más plenamente el poder y el potencial de la intención unificada compartida. Luego, con esta comprensión en el corazón y con cada uno de nosotros ejemplificando una expresión única de unidad intrínseca, “Nosotros” podremos, juntos, hacer llover sobre la Tierra las bendiciones que hemos venido a dar aquí. Que esto sea una invitación y activación de todo lo necesario para que nos presentemos juntos como la única fuerza unificada de la Realidad que realmente somos.

5. Florecer manifestando nuevas virtudes, dones y cualidades en los roles que atendemos en nuestro día a día, más que una actividad que requiera esfuerzo de nuestra parte, es una cosecha de los caminos anteriores del crecer, despertar, limpiar y mostrarse. Trabajar con el material de la sombra para corregir lo que está roto y distorsionado o lo que es disfuncional, constituye el aspecto negativo del proceso de limpieza. El aspecto positivo de limpiar, a menudo se llama 'psicología positiva' y se refiere a tomar algo que está funcionando y hacerlo funcionar aún mejor, con el resultado llamado 'florecimiento' o 'capacidad de prosperar'. 

El peligro de Languidecer. 

Adam Grant describe en un artículo publicado en el New York Times,  "Hay un nombre para el aburrimiento que estás sintiendo: se llama languidez". La sensación de languidez, algo entre una depresión no del todo desesperada, fue experimentada por muchos durante la pandemia. Era una sensación de vivir sin alegría, apáticos y sin rumbo. En una palabra, millones de nosotros languidecemos.

Florecer es la ciencia para salir de la languidez y consiste en prosperar en todos los contextos de tu vida. Y para hacerlo, necesita una mente integral, una que vea el panorama general y los detalles de cómo el florecimiento está íntimamente ligado a factores como la positividad emocional, la sombra, los estados de flujo, la vitalidad, la conexión interpersonal, la alegría, la contribución intencionada y el logro de metas.

¿Sabe usted comprometerse a expresar lo mejor de si mismo en cada circunstancia funcionando con plenitud en cualquier rol de su vida?  ¿Cuenta usted con la fortaleza mental y vital de mostrarse optimista y esperanzado aún en medio de las dificultades y malos momentos de la vida?  ¿Sabe mantenerse en pie mientras lo intentan arrastrar las corrientes del rio de la vida? 

Florecer tiene que ver con la consolidación y celebración de lo que está bien y funciona adecuadamente en cada estructura y en cada estado de conciencia-vistos en el proceso de crecer y despertar. Lo que estamos descubriendo constantemente es que en todos los elementos anteriores de las perspectivas, las estructuras, los niveles, las fortalezas y virtudes positivas de cada una de ellas y de cada gran reino/estado cabe la posibilidad de activar y cultivar la ciencia de florecer integralmente. Tal vez el único esfuerzo relativo que requiere de su parte, sea “apertura” para poner sus dones y cualidades más elevadas al servicio de cualquier persona y cualquier cosa, manifestando así la comprensión profunda de estar en presencia del Espíritu en toda la existencia, manteniendo en la práctica cotidiana la comunión natural, amorosa y abarcadora de ofrecer la propia vida como plegaria.  También Florecer es apostar y decidir comprometerse con un optimismo radical y una esperanza activa en medio de cualquier situación hasta alcanzar un funcionamiento pleno, en un proceso constante de limpiar sus sombras oscuras así como sus sombras radiantes, es decir aquellas cualidades positivas que requieren funcionar mejor. 

La ciencia del florecimiento es la base para vivir una vida lo más saludable, feliz y significativa posible, y todos podemos expandir nuestro conocimiento sobre cómo hacerlo. Cuanto mejor sepa qué lo motiva a tomar decisiones de vida saludables, qué le brinda alegría y le da una sensación de propósito, de qué forma puede crear significados más amplios y profundos en cada momento de su vida,  más eficazmente podrá tomar medidas para optimizar tanto su bienestar como el de las comunidades donde usted convive y participa. Florecer está unido a crecer, despertar, sanar y mostrarse. Al florecer usted encontrará por qué la positividad, el compromiso, las relaciones, el significado y el logro son tan fundamentales para una vida bien vivida como persona y como miembro de la sociedad.

La práctica de vida integral. 

Distinto al pensamiento lógico y lineal, de tantas estrategias, modelos del desarrollo humano que han surgido y siguen surgiendo, que se basan en el mito de lo dado, la Práctica de vida integral es omniinclusiva, omniabarcadora, es decir no determina que tengamos que hacer yoga o comer sano, o pensar positivamente para causar de manera lineal que las cosas cambien, no promete que si cambiamos nuestras creencias conseguiremos superar cualquier adversidad. Son verdades parciales que nos causan mucha perdida de tiempo, nos protegen del verdadero dolor y a su vez de la verdadera liberación para disfrutar nuestras vidas a plenitud. En mi caso personal, antes de conocer el mapa integral, perdí mucho dinero comprando cuanto libro de autoayuda, cursos y seminarios de superación personal salía de moda, por que ignoraba el papel que juega la consciencia. Hoy juego con los distintos saberes y los aplico a mis circunstancias y metas, en lugar de correr desesperado a llenarme de ideas y vivir en el intelecto, para desviar mi atención de lo que está ocurriendo ya, aquí y ahora dentro de mi ser y en mis circunstancias. Dejé de evadirme y aprendí a recuperarme de mis evasiones. Aunque  también sé, como en este tiempo de escritura y reflexión, que me he distraído de algunas prácticas de vida integral que llevo a cabo, he aprendido a ir y venir en medio del día a día, estar consciente de mi inconsciencia hasta convertir todo lo que me pasa aunque sea monótono en un camino para abrirme más y más a lo que es inevitable, crecer, despertar a más y más consciencia siendo uno con todo y a la vez volviéndome pedazos y derrumbándome cuando me siento vulnerable. 

El crecer, despertar, limpiar, mostrar y florecer como sistemas  son mecanismos adaptativos. Para moverse de un mecanismo de adaptación al siguiente es necesario entender el estado de cambio que lo facilita: la satisfacción que uno siente con sus condiciones de vida actuales; la toma de conciencia de que algo no está funcionando bien en su vida; el nivel de frustración con su vida; la energía para generar el cambio; y una idea de cómo se ve el futuro.

La práctica de vida integral es una manera de concretar nuestro compromiso verdadero con todas las dimensiones de nuestro ser. Son un conjunto de herramientas que contribuyen al desarrollo y al despertar de cada una de las dimensiones y niveles del desarrollo humano y su realización última.  

Consta de 4 módulos estrella como los Trabajos con:  el Cuerpo, la Sombra, la Mente y el Espíritu y 7 módulos complementarios como: las Finanzas, relaciones íntimas, servicio, trabajo, ética, creatividad y alma con sus respectivas prácticas. Ejemplo: Fitness, meditación integral, nutrición, psicoterapia, meditación, lectura y estudio, entre muchos otros.  

La mente integral nos permite abarcar más dimensiones de la vida en lugar de quedarnos atascados en nuestras favoritas, que en consecuencia nos limitan al ignorar las demás.  También podemos crecer en niveles, siendo capaces de elegir no solo lo que hacemos sino desde dónde lo hacemos, y no es necesariamente un lugar afuera de nosotros sino dentro de lo más profundo de nosotros mismos. Con esta mente integral podemos finalmente limpiar nuestras sombras, alergias o adicciones, evitaciones u obsesiones que surgen con cada nivel, cada perspectiva y cada línea del desarrollo.  

El espíritu integral: abre nuestra experiencia la contemplación de los 3 rostros de Dios, las 5 visiones de Dios y el despertar del ser en estados.  

El cuerpo integral: activa los 3 cuerpos y sus interacciones, el cuerpo ordinario, sutil y causal, así como el cuerpo físico, la mente, el alma y el espíritu como una totalidad que operan inteligentemente en nosotros y que al ser comprendidos podemos ejercitar conscientemente para aumentar no solo nuestra salud integral sino también nuestra manera de estar en el mundo e interactuar con él.  

El Trabajo, los Negocios y las relaciones integrales: como áreas vitales no son ajenas a la necesidad de integrar nuestros procesos de comunicación intimidad, conexión, efectividad, eficacia, propósito, servicio, desarrollo de carrera y éxito.  

La práctica de vida integral pues, se caracteriza no solo por su inclusividad, sino que también describe el territorio de nuestra propia conciencia, para que según nuestro estilo de vida pongamos en marcha nuestro potencial. Adicional, es escalable ya que podemos simplificarla y adaptarla al tiempo que dispongamos. Es adaptable, ya que nos abre a un espacio en el que podemos desarrollar creativamente las múltiples dimensiones de nuestro ser.  

Diseñar nuestra práctica de vida integral puede ser individualmente, en grupo, solo o con la ayuda de un practicante.   

Ejemplo de la Práctica de Vida Integral.  

Tenemos al alcance en lo más profundo de nosotros mismos, individual como colectivamente, infinitos recursos y opciones para elegir libre y conscientemente, disfrutando de plenitud.  Nuestras realidades nos desafían a no solo vivir plenamente o lograr resultados, sino también a inspirarnos desarrollando nuestros talentos, liberar nuestros corazones y visiones para entrar a la zona de la plenitud y la libertad donde la creatividad es inagotable, pero también la realización última. Responsables del tesoro que guardamos dentro, también nos ocupamos de afrontar las situaciones históricas, que demandan mayor consciencia en todas las áreas de la vida.  Podemos tener visiones menos restrictivas, parciales y fragmentadas de cualquier situación de la vida. No estamos hechos solo para rebotar, también para avanzar, crear, despertar a nuestro verdadero yo único e infinito, participar en el despliegue evolutivo del kosmos dejando nuestra huella, limpiando nuestras sombras, expandir nuestra conciencia y profundizar en la unidad de la existencia.  

Lo invito a leer la última parte de la colección de artículos.

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